Una vez escuché que alguien comentaba "¿quién es el que trae progreso a este país? ¿acaso los nativos?". Se supone que el extracto de minerales es la "actividad clave del éxito" en los países en vías de desarrollo (Perú es uno de ellos). Muchas veces he confesado a mi padre, dedicado a trabajar con petróleo, cuán en deuda estoy con él. Le dije más de una vez "te agradezco inconmensurablemente. Te has roto el lomo por nosotros (y todo el floro de las clases trabajadoras)... y agradezco a la empresa donde trabajas, porque por muchos años, me alimenté, vestí y eduqué gracias al petróleo". Sigo agradecido, tengo que reconocerlo: gracias al petróleo tuvimos nuestro primer viaje a America, la nación de las oportunidades y el buen porvenir. Gracias al petroleo tuvimos una vida occidental bastante aceptable.
Sin embargo, por otro lado, me siento un malagradecido, pues sigo defendiendo a las comunidades nativas pese a no deberles algo material; pese a que no haya recibido algo material de ellas (excepto por haber comprado una suntuosa pulsera de guaraná en Cantagallo). Las defiendo incluso más que al Estado y a la empresa (empiezan los rumores de "socialista", "rojo" y muy probablemente "terruco"). Entonces me hago la pregunta: ¿por qué "defiendo al enemigo"? ¿Por qué busco 3 pies al gato? (como dice mi padre). Varias veces me han dado a entender, a manera de amenaza camuflada creo yo, que si los apoyo tanto, debería vivir como ellos. En una pregunta directa sería: ¿Qué harías si vivieramos como viven los nativos de la amazonía? ¿Por qué te quedas en Lima y no te vas a vivir por allá?
Sin embargo, por otro lado, me siento un malagradecido, pues sigo defendiendo a las comunidades nativas pese a no deberles algo material; pese a que no haya recibido algo material de ellas (excepto por haber comprado una suntuosa pulsera de guaraná en Cantagallo). Las defiendo incluso más que al Estado y a la empresa (empiezan los rumores de "socialista", "rojo" y muy probablemente "terruco"). Entonces me hago la pregunta: ¿por qué "defiendo al enemigo"? ¿Por qué busco 3 pies al gato? (como dice mi padre). Varias veces me han dado a entender, a manera de amenaza camuflada creo yo, que si los apoyo tanto, debería vivir como ellos. En una pregunta directa sería: ¿Qué harías si vivieramos como viven los nativos de la amazonía? ¿Por qué te quedas en Lima y no te vas a vivir por allá?
Ante la pregunta anterior, tengo la siguiente respuesta: He visitado comunidades indígenas (en realidad mestizas pero con predominancia indígena, fenotípica y culturalmente hablando). Me he quedado allí por semanas y más de una vez, y creo que no tendría problema en volver a hacerlo. Pero yo no nací en una comunidad indígena ni fui criado como indígena ni por indígenas y, además, simplemente no me mudaría porque no quiero; me he acostumbrado a otro modo de vivir y me sería muy difícil adaptarme a aquel mundo. ¿Por qué entonces saco cara por ellos? Otras veces me han dicho directamente que soy un "caviar de la católica", un hipócrita social (ustedes entienden). Pero yo no tengo un Mercedes ni casa con piscina en la Planicie. Vivo en un departamento chico y manejo una bicicleta. Además no soy de esos que se desgarran las ropas hablando de la "pobredumbre" pero que, cuando pasa un mendigo, sienten repulsión y le dan 20 céntimos para que vean que sí son "buenas personas" (tomar como referencia al personaje Micky Vainilla de Peter Capusotto). Pero sí creo en la la equidad; no igualdad, sino equidad. Tengo mi propia manera de concebir una sociedad ideal. Pero sin volar mucho, creo que de haber quedado los Incas intactos en América -pese a haber tenido ciertas conductas autoritarias, clasistas o nepotistas-, el Perú no sería el lastre del que como peruanos nos hemos quejado por tanto tiempo, especialmente al compararnos con las naciones "ricas", "poderosas" y "famosas".
Existen diversas agrupaciones humanas formadas con base en características físicas, comportamentales, ideológicas, etc. (véase teoría del endogrupo y exogrupo). Tendemos a catalogar a las personas, por ejemplo, por sus formas de hablar y vestir, adquirimos una actitud hacia ellas en función a la percepción que tenemos de nosotros mismos, y las agrupamos; algunas personas caen adentro de nuestro grupo de pertenencia y otras fuera de él. Con este proceso clasificatorio, el ser humano va identificando diversos grupos culturales y étnicos alrededor del mundo. En la actualidad existen personas con una misma nacionalidad pero pertenecen a diversos y distintos grupos; véase como ejemplo países como Estados Unidos o Canadá. Dicha diversidad social puede ser muy hermosa pero también muy peligrosa. Como humanos, sabemos convivir con grupos distintos y de manera simbiótica, pero en algunos casos tendemos también a ser altamente conflictivos y destructivos, a querer someter negativamente o subyugar a otros grupos humanos para proteger y garantizar nuestra supervivencia. Sin embargo, hemos llegado a un punto en el que maltratamos a otros seres humanos simplemente para sobrealimentar nuestros egos, conseguir más estatus. Allí empiezan los excesos y es necesario tomarse una pausa para reflexionar.
Hablando con honestidad, en las Américas, los indígenas y descendientes de indígenas son "mayorías tratadas como minorías"; y tratadas incluso como personas de menor valor (tal como cuenta la canción El plebeyo). Y en un conflicto de tres -como el caso de la empresa, el Estado y las comunidades indígenas- quien tiende a salir perdiendo es el "menor"; ya sea por su inferior condición social o carencia de fuerza bruta. Siendo directos, un individuo A socialmente superior, más alto y más fuerte, puede decir que las manzanas son de color naranja; mientras un individuo B, socialmente inferior, menos alto y menos fuerte, puede decir que las manzanas son rojas. En un litigio, hay más probabilidades de que se le de razón al hombre A y no al hombre B; y se defienda al hombre A y no al hombre B.
(Continuación en parte 3: Creo que la razón por la que apoyo a los grupos indígenas es una suerte de "sentido de equilibrio")
http://www.scout.es/uploads/Juegos/aventurate/ENG/deconstructing.pdf