miércoles, 23 de noviembre de 2016

Cura para homosexuales

"Vino algo sobrenatural sobre mi (...) cuando me levanté, Cristo había quitado la venda de mis ojos (...) y nunca más lo hice (...) el demonio del homosexualismo salió (...)" 
(Fernando Ñaupari, ex homosexual)


Hasta 1973, la homosexualidad era considerada una enfermedad mental por la American Psychiatric Association. Esto estigmatizó a alrededor de un 10% de la población humana, la cual era homosexual de acuerdo a Kinsey en 1948 (la cifra ha ido variando de acuerdo a estudios recientes, véase Robinson 2002). En efecto, los homosexuales han sido una minoría a la cual se atribuyó características más negativas que positivas: infertilidad, perversión, enfermedades contagiosas o muerte temprana. Es por ello que muchos homosexuales han buscado maneras de "mimetizarse" para no ser "descubiertos", mientras que otros se alejaron de sus entornos sociales; entre ellos, algunos se dejaron llevar por el estigma social que llevaban en su cabeza y cayeron en un estilo de vida que confirmaba su mala fama como tales -se prostituyeron y entraron a una mala vida-. Muchos de ellos se travistieron y otros llegaron a cambiarse de género y nombre. Por otro lado, algunos también decidieron acudir a métodos para "volverse hombres". 



Ante muchos esfuerzos para revertir la desviación, muchos padres preocupados y niños ansiosos acudieron a ayuda especializada. A continuación se presenta tres curas típicas para la homosexualidad: La espiritual, la médica y la psicológica.  

Cura espiritual

La cura espiritual consiste en reconocer y confesar tu pecado (tendencia homosexual) a Cristo, principalmente en iglesias evangélicas; "te rindes ante el poder de la Cruz". De esa forma, todo demonio o fuerza maligna sale del cuerpo y vuelves a ser "un varón de Cristo". Los casos son bastante pocos, pero existen. Y al decir que existen, no necesariamente se ha comprobado que las personas dejen de tener tendencias homosexuales y cambien drástica y fácilmente a un vida sexual heterosexual. Muchos creyentes, más conservadores, hablan de que estos milagros son completamente ciertos ya que son obra del espíritu santo. Otros, más liberales admiten que los impulsos homosexuales siguen allí pero es la elección, determinación, esfuerzo y perseverancia de la misma persona lo que hace a este cambio de vida un verdadero milagro.     


Cura médica 

Escuché casos de personas que dejaron de comer el ala de pollo porque les podía crecer el busto o podían empezar a "muñequearse" por las hormonas femeninas que contenía ese alimento (Véase discursos de modelo colombiana Natalia Paris y presidente boliviano Evo Morales). También he escuchado de casos en los que se inyectaba hormonas masculinas a niños que tendían a un afeminamiento notable (probablemente esto se siga haciendo). No conozco gente que se haya vuelto homosexual por comer alas de pollo (aún) pero sí conozco algunas personas que, tras recibir el tratamiento hormonal, no cambiaron sus instintos homosexuales (es decir, sentirse atraídos sexualmente por personas del mismo sexo). Actualmente son bastante heterosexualmente codiciados y sus formas de comportarse son más masculinas que las de un macho mujeriego "pelo en pecho" (Claro que, vulgarmente hablando, son "churros" pero "plancha quemada").   

Cura psicológica

Los tratamientos psicológicos para la homosexualidad, en resumen, consisten en el emparejamiento (asociación) del estímulo neutro o adverso a un estímulo naturalmente placentero. En otras palabras, es como tratar de hacer que una persona babée por una porción de heces con sólo dar (a las heces) un aspecto de jugosa hamburguesa y un aroma parrillero (además de ponerle cloro, vinagre y harto orégano). Sin ser muy extremos, hay niños que aprenden a comer vegetales con -digamos- engaños; sus padres les hacen el juego del "avioncito" o licuan el brócoli con leche, vainilla y azúcar para que el niño lo coma. También ocurre que si un niño encuentra gusto a jugar en el lodo, el padre le da de palmazos cada vez que lo hace hasta que el niño deja de hacerlo (sí funciona); los psicólogos llaman a esto aprendizaje o condicionamiento (Clásico en el caso del bròcoli y Operante en el caso del lodo) . Muchos resultados deseados se dan gracias a esta fabulosa técnica. 


Sin embargo, si se aplica esta técnica externa con algo más intrínseco al individuo, por decir, una tendencia instintiva de sentimiento o comportamiento (de orígen congénito o genético), es muy difícil cambiar dicho patrón. Teóricamente, con el condicionamiento se puede lograr que un infante llegue a ser hasta un superhéroe; sin embargo, nuestra estructura biológica ha sido diseñada y moldeada de una forma que no puede modificarse en diversos aspectos (véase postura del gen homosexual).   

En síntesis, esta escena (en American Horror Story) es una fabulosa muestra de lo que hacían los psicólogos y psiquiatras con los homosexuales para curarlos. Aún hay tratamientos desde médicos (inyección de hormonas) hasta espirituales (exorcismos o liberaciones). Sin embargo, no se ha probado empírica ni convincentemente la reversibilidad de esta "desviación". 


Referencias:

Robinson (2002). What Percentage of the Population Is Gay? Poll. Extraído de internet: http://www.gallup.com/poll/6961/what-percentage-population-gay.aspx



2 comentarios:

  1. Jajajajjaja excelente artículo, mi hermano, con la ironía que te caracteriza... Y sí, la humanidad ha dado muestras de ignorancia muy grandes como todos los ejemplos que pones (y sigue dando), un abrazo grande.

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    1. ¡Muchas gracias mi Pancho querido! que bueno que lo hayas disfrutado. Un abrazote.

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