lunes, 6 de marzo de 2017

El activismo y su falta de actividad

ARTÍCULO DE REFLEXIÓN


"A Dios/autoridad rogando y con el maso dando"

Si bien se mencionó en "Ititalk: Su propósito" que la mayoría de artículos de este blog son predominantemente objetivos, el autor es un mero ser humano con emociones, y por ende, posibles reacciones o "arranques"; ya sean de euforia, frustración, impotencia, resignación. Son matices que pueden sesgar la información, pero son inevitables, y para ello está la crítica constructiva de segundos y terceros. Considero personalmente que éste artículo, a diferencia de los otros, con excepción de "El renacimiento indígena", está escrito con un poco más de "hígado" (glándula suprarrenal para ser exactos; gracias Oscar por la corrección), ya que pretende defender con vehemencia una postura ideológica: el Anti Activismo-inútil. Sin embargo, el lector tiene todo el derecho de refutar esta postura, y pues, bienvenida sea.  

Últimamente, se nos ha dado por salir a marchar y protestar iracundamente (tan propio de nuestra cultura latina). Tenemos a Ni una menos, Con mis hijos no te metas, No a Keiko, las tantas futiles marchas de los nativos del oleoducto de la amazonía contra la empresas y el estado porque no les dan comida ni "beneficios", etc. La lógica de esto es que estamos disconformes con algo y que deseamos expresar una queja con algún evento o situación en particular y contra alguna persona u organismo para asi generar un cambio. El objetivo de detectar disconformidades es que estas sean enmendadas y se obtenga un producto conforme, con el que la sociedad pueda estar satisfecha. Una vez que uno esté conforme, no hay razones para quejarse o protestar. Pero ¿qué ocurre si la insatisfacción es un simple capricho, o nuestro acto de protesta no generará si quiera un cambio significativo en la sociedad, si pese a nuestras quejas el problema seguirá ocurriendo? Nuestro acto de protesta va a ser como "escupir al cielo" o "aullar a la luna". Habremos gastado plumones, invertido en vano en llamadas telefónicas, desperdiciado saliva, estropeado pistas, malogrado parte del fragil alcantarillado de la ciudad, contribuido al teleshow, malogrado nuestro "hígado" (glándula suprarrenal para ser exactos; gracias Oscar por la corrección), perdido "amigos" en facebook, expuesto nuestras vidas, etc.  


"Dejad que los perros aúllen a la luna" (un dicho popular) 
Se hace mucha bulla perturbando la paz publica, se para el tráfico, se genera un clima de tensión, etc.; como se dijo, en sintesis se pierde tiempo y recursos. Y no es que estemos en estado critico como en Venezuela, pero al parecer igual nos gusta abuchear, hacer chongo, "to be (loudly) whinie", como me confesó una compañera angloparlante del autor sobre la opinión que ella tenía acerca de los peruanos; todos esto, como buenos peruanos que somos. Basta que uno lance el papel higiénico para que otro se mande a lanzar la botella llena de orines porque simplemente le dio la gana. Y a veces nuestra necesidad de expresarnos nos gana y terminamos diciendo cosas sin sentido, sin aporte, que terminan insisto en un simple "aullido a la luna". 
Un discurso vano es como un discurso a la luna (Cartoon de Mankoff)

¿Por qué hay marchas que son inútiles?

La razón de esto radica en un problema de comunicación. Cuando un perro tiene alguna necesidad, necesita mitigar una dolencia corporal por ejemplo, y  puede motivarse a comunicar esta dolencia a su dueño mediante ladridos, esperando que éste lo calme. Sin embargo, no hablan el mismo lenguaje. Posiblemente, al inicio no se sepa que quiere el perro realmente. Pero con bastante tiempo una persona ya sepa cómo reacciona su mascota cuando hace tal o cual cosa. Sin embargo, fuera de la analogía, entre humanos también ocurren malentendidos y pese a que se repita la misma frase una y otra vez, existe riesgo de que el interlocutor aún no llegue a entender el mensaje. Yendo más allá, el interlocutor puede entender el mensaje pero simplemente decide no acceder a atender a la queja porque simplemente no le da la gana; y el otro se pone rebelde, berrinchudo, todo sea "por la causa" (así sea la causa de atún), "por la revolucion" y ahí si que se arma. Algo malo es que los más poderosos son los mas necios en dar su brazo a torcer, para no salir de su zona de comfort; y a veces es como hablarle a un tronco o trozo de piedra. En otras palabras pasaria lo que ocurre con pedir peritas al olmo en la canción de Pamela Rodriguez

Sentido común para protestar 

Las masas, en casos extremos y en muchas oportunidades, no formulan estrategias razonables porque, justamente, son masas; se dejan guiar por sus instintos de supervivencia (alegría en las barras bravas, ira en las hordas hambrientas en búsqueda de pan, etc.). Si bien muchas marchas, revoluciones o protestas han dado resultados importantes (por ejemplo, la Revolución francesa), la mayoría de marchas latinoamericanas conocidas han generado males antes que bienes. Entonces, antes que generar más perjuicios que beneficios, deberíamos pensarlo dos veces. Por ejemplo, reunirnos en una mesa de diálogo con días de anticipación a la presentacion oficial para plantear objetivos claros y concisos, analizar consecuencias positivas versus negativas, y elaborar planes de contingencia.  

Pasa el huaico y la culpa la tiene el gobierno. Es decir, el gobierno movió el cerro para que caiga el agua. Creo que no. "¡Pero el gobierno tiene la obligación de sacar el agua y construir las murallas!", dicen algunos. Sí, y apuntan a una sola persona (usualmente la cabeza) y dirigen todas sus frustraciones y maldiciones hacia ella. Pero hay algo que al parecer es muy cierto: Un país es grande por su gente, no por su presidente. La autoridad hace ciertas regulaciones abstractas pero la gente es la fuerza motriz que impulsa al país. 

Y si hasta ahora no tenemos un presidente, alcalde u otra autoridad que valga la pena es porque simplemente no existe peruano alguno idóneo para asumir óptimamente el puesto de autoridad ¿No nos damos cuenta de que toda autoridad electa proviene del mismo pueblo peruano? Sólo estamos esperando quién es el siguiente paisano que ascienda al poder para chancarlo, porque nos es muy fácil hablar y quejarnos. Parece ser que aquí en Perú la gente jamás estará contenta (somos "whinie people", pues). Los estragos de este desastre natural no han sido otra cosa que nuestra  incapacidad para organizarnos como sociedad respecto a futuros riesgos, una falta de cultura colectivamente preventiva (Y no sólo del Estado sino también nuestra, aceptémoslo); todo el trabajo se lo chantamos a las autoridades y nosotros, de brazos cruzados refunfuñando.   

Por otro lado, si pensamos que vamos a solucionar problemas sin si quiera salir de nuestras casas (porque es demasiado peligroso salir y estamos en estado de emergencia) y maldiciendo a las autoridades, creo que estamos muy equivocados. Seguiremos estancados en el mismo círculo vicioso. Hablar es importante. Pero no debemos olvidar el HACER. Movernos independientemente de lo que haga el gobierno. Y no movernos de cualquier forma, haciendo mera bulla y saliendo a hacer shows a las calles. Movernos con un objetivo conciso y útil, que aporte realmente a nuestra sociedad.         

Hay causas y causas 



Hay causas de protesta que son más importantes que otras y requieren mayor atención. En el inicio de este artículo no se mencionó marchas como Marcha por el agua Tía María no va. Estas pueden considerarse marchas de mucha mayor envergadura que las otras, ya que implican un bien inalienable para la sociedad, que es el agua y el medioambiente en general. Sin embargo, hay palabras como "ideología" o "género" que generan escándalo, incluso mas que "pobreza" o "discriminación racial". Pero pasa la paloma gris y queremos que sea blanca y nos avalanchamos contra el gobierno por dejar pasar palomas grises en vez de blancas. Así, puede decirse que hay gente que hace revolución por causas, incluida la causa rellena.

Salidas alternas

Pero, a no ser que queramos divertirnos un rato, no perdamos tiempo organizando marchas como la Marcha por la paz de Susy Díaz. Podemos hacer marchas virtuales con fines lúdicos como la Marcha del orgullo heterosexual. O incluso, si los homosexuales quieren desbordarse en expresar su sensualidad, mostrar sus cuerpos ardientes y organizar orgías post-parade, pueden hacerlo, como en la marcha del orgullo gay; siempre y cuando no termine en una "Mecha chimbomba de la Av. Arequipa". Pero no nos engañemos y no pretendamos que la gente nos respete por salir a aullar a las calles (perdonar por la expresión) y generar estragos. Menos, vamos a pretender que el primo lejano del congresista X, le haga cambiar todo un papel "bien" burocratico, tan propio del Peru (Para cambiar una letra "a" por "e" tienen que firmar varios papeles y esperar varios dias; imaginense con palabras, frases o ideas!). Al menos que se reunan con Wisky y se froten la espalda con un "ya pes hermanito" (que es mas valioso que una marcha de 2000 personas perdiendo su tiempo).   

En síntesis

Si una marcha no va a tener un resultado significativo, entonces se vuelve un desfile, parade (para mejor entendimiento) o una forma masiva de expresión artística (como el video de All the lovers de Kylie Minoge). Así, para no sonar tan radicales, en vez de marchas podemos organizar carnavales como los de Río de Janeiro donde todos terminamos borrachos y felices (no borrachos, amargos y resentidos) y evitarnos rochabuses, saqueos, heridos, muertes, o más llantas quemadas.





P.D.: Se pide al lector, en lo posible, mencionar marchas nacionales que hayan tenido un impacto positivo tangible en la población. POR FAVOR. 


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