lunes, 27 de marzo de 2017

El espacio propio esta bien, pero luego hay que reinsertarse en la sociedad (parte 1)

ARTÍCULO DE INFORMACIÓN

Hay que reinsertarse en la sociedad. ¿Quién es quién para decirle a alguien que se reinserte en la sociedad, que salga a bailar en la fiesta, que juegue con sus amiguitos, y así? Pero los papás y sobre todo mamás o apoderadas obligan a sus hijos o niños a cargo, a interactuar con sus compañeros contemporaneos de forma sana. Están en todo su derecho y es más, en todo su deber. Una razón común por la que madres llevan a sus hijos a consulta es porque no tienen amigos" o no quieren tenerlos.      


Nuestra cultura se está individualizando gracias a la globalización y a la nueva tendencia cultural. Las frases "leave me alone" ("déjenme en paz" o "dejenme sol@) o "I need my space" ("Necesito mi espacio") son cada vez mas frecuentes. Y en efecto son necesarias para tomar un respiro tras una sobreexposición social, la cual puede ser perjudicial para la salud mental, en especial si llega a niveles excesivos (Ruff, 2002). El ser humano necesita liberarse de la sobrecarga de informacion social (limpiar su mente, despejarse, resetearse, restaurarse) que recibe de los medios actuales, para así continuar con su funcionamiento óptimo. Sin embargo, este tiempo de restauración tiene un límite. No hay evidencia empírica generalizable de cuántas horas, dias o meses se debe estar en aislamiento psicológico o físico para luego reinsertarse en la sociedad. Esto dependería del caso particular de la persona que sufre la sobrecarga de información.

El mecanismo de defensa ante el exceso de información, que es la búsqueda del "espacio propio", la soledad temporal o el silencio, puede volverse benéfico hasta cierto punto. Sin embargo, la cultura en la que estamos insertos nos está enseñando a volvernos omnipotentes, sobreautónomos, autosuficientes. Ese es el sueño de todo ser humano que aspira a ser un semidios. Entonces, la necesidad de despejar la mente y el deseo de volvernos autosuficientes se combinan y como resultado se obtiene un constante deseo de aislarnos y crear nuestro propio mundo "feliz". Sin embargo, la ciencia ya confirmó que la soledad y el aislamiento social no son benéficos para el ser humano sino más bien perjudiciales. 

Foto del autor en modo hikikomori

Así se corren riesgos de sufrir trastornos como fobia social (entre otros) o padecer síndromes aun no completamente estudiados como el hikikomori (popular en Japon, un pais donde la tasa de suicidios es bastante alta), definido como un fenómeno social que las personas apartadas han escogido abandonar la vida social; a menudo buscando grados extremos de aislamiento y confinamiento, debido a varios factores personales y sociales en sus vidas (Estébanez, 2016). Entonces, una vez que detectemos que llevamos mucho tiempo aislados, lo preferible es que nos forcemos a reinsertarnos en la sociedad o pidamos ayuda a un allegado o, mejor aun, un especialista.  



Referencias directas:

http://www.newsmaster.be/flow/dw/ciel/2011/aout11/infooverloadbrief.pdf

https://es.wikipedia.org/wiki/Hikikomori

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