"Si votas por Fujimori, no apoyas a los derechos ni a la dignidad humanos"
"Si no votas por Fujimori, eres un rojete tirando para comunista"
"Si no eres de derecha, eres de izquierda"
"Si mencionas a Alah, aléjate de mi, asesino"
"Si no piensas como nosotros, estas contra nosotros"
"Si hablas bien de Jesús, eres un lorna chupacirios"
"Si has sido militar, seguro solucionas todo con un arma"
"Si defiendes al indígena, eres un terruco"
Todas estas frases son producto de estilos de pensar cuadriculados y extremistas.
Representación de los heurísticos (o atajos cognitivos) ideológicos rígidos, como mecanismo de defensa ante la incertidumbre |
En el
presente artículo, se toma como tema principal dimensiones ideológicas socio-políticas que
determinan una parte de la estructura ideológica
general en un individuo, así como su comportamiento. Para ser más precisos, analizaremos las
dimensiones socio-políticas de conservadurismo-liberalismo y comunismo-capitalismo (más explícitamente en la segunda parte de este artículo), y las conductas que éstas generan. Ya se debe saber que el comportamiento basado en ideologías, especialmente las más rígidas, son los que más conflictos y malestares ocasionan en la sociedad. Ya
se ha oído el dicho de que en la mesa, no puede hablarse ni de política ni
religión porque se puede generar una ruptura de amistades o también de
narices.
¿Cuál es el mecanismo que subyace a la discriminación ideológica?
Un paréntesis previo: entiéndase que en este caso discriminar no sólo se define como "distinguir de" sino también "actuar contra alguien por su forma de pensar".
Empecemos por la clasificación por características físicas. Esto es algo muy típico en nosotros los mamíferos. Algunas especies de animales logran discriminar estímulos por el color, el tamaño, el olor, las esporas, etc. En un enfrentamiento o un partido de fútbol, los participantes, por medio del color de la ropa, pueden distinguir quién es el "enemigo" y quién el "aliado". En las clasificatorias, por ejemplo, los peruanos vestimos de rojo y los neozelandeses de blanco. En la guerra de la independencia estadounidense, los azules eran los nativos y los rojos eran los ingleses. Nos es necesario "marcar" a la gente para poder tener un mejor entendimiento de nuestro mundo y afrontar la incertidumbre que acecha nuestras vidas. Este artículo irá un poco más allá de la clasificación por características físicas.
Empecemos por la clasificación por características físicas. Esto es algo muy típico en nosotros los mamíferos. Algunas especies de animales logran discriminar estímulos por el color, el tamaño, el olor, las esporas, etc. En un enfrentamiento o un partido de fútbol, los participantes, por medio del color de la ropa, pueden distinguir quién es el "enemigo" y quién el "aliado". En las clasificatorias, por ejemplo, los peruanos vestimos de rojo y los neozelandeses de blanco. En la guerra de la independencia estadounidense, los azules eran los nativos y los rojos eran los ingleses. Nos es necesario "marcar" a la gente para poder tener un mejor entendimiento de nuestro mundo y afrontar la incertidumbre que acecha nuestras vidas. Este artículo irá un poco más allá de la clasificación por características físicas.
Por
otro lado, los mamíferos racionales - es decir nosotros, humanos - a lo largo
de cientos de miles de años, hemos desarrollado la capacidad de categorizar por
materiales simbólicos y estímulos abstractos (e.g. incorporar a nuestra mente creencias y actitudes). Así, el
ser humano, en un momento de su evolución adoptó en en su genoma el chip de la categorización social, el cual se manifiesta instintivamente en nuestro comportamiento, por ejemplo el de discriminar negativamente a alguien por alguna característica psicológica. En el artículo anterior, "Censo sin
tabus: Racismo peruano", se
habló de la categorización por características físicas (fenotipo), o como
vulgarmente se diría, "categorización por raza". El ser humano, así
como tiene este chip inherente de categorizar por características físicas
percibidas (color de cabello, tipo de vestido, estatura, contextura,
etc.), también categoriza con base en características abstractas, que pueden llamarse características psicológicas
percibidas. Así, puede decirse que el ser humanos ha desarrollado una gran capacidad para categorizar psico-socialmente.
¿Cuales son los problemas con nuestra capacidad de categorización psico-social?
Esta capacidad de categorización psico-social y por ideologías socio-políticas, ha generado un síntoma semi-patológico en nosotros desde hace miles de años: la paranoia social. Ya no tenemos delirios de persecución contra otras especies sino contra otros humanos, quienes pueden esconder en sus cabezas información desfavorable hacia nosotros y nunca enterarnos de ella. Así, en un lugar donde ha habido guerra, terrorismo, crímenes, y mil delitos generados por ideologías socio-políticas; donde no sabes quién es quién, debes encontrar una forma de "encapsular" a la gente, ponerle una marca mental para ya saber cómo comportarnos con ella de determinada manera, ya sea positiva o negativa.
Asimismo, la categorización puramente cognitiva lleva a una categorización más emocional, y ésta finalmente lleva a la mala conducta de discriminación social. Si bien la discriminación negativa por características abstractas es menos grave que por características físicas (racismo, sexismo, xenofobia, etc.), ésta implica un gran problema en nuestra sociedad. La discriminación negativa por ideologías socio-políticas, interactuando con la paranoia social y otros factores, ha generado y sigue generando -por ejemplo- los genocidios más maratónicos de la historia.
Está bien tener ideologías socio-políticas, tenemos todo el derecho. Sin embargo, a más rígidas y estrictas sean estas ideologías estaremos más propensos a encontrar conflictos en nuestro entorno social. Se puede explicar el fenómeno de gente con ideologías radicales por medio del estudio de los heurísticos o "atajos cognitivos" (revisar teoría de Economía cognitiva). El ser humano no tiene la capacidad de analizar veloz y detalladamente a cada uno de los seres humanos que se cruzan por su camino para identificarlos o detectarlos; entonces, de manera automática, escoge la característica saliente (e.g. "varón que usa arete" o "mujer que habla bien de Fujimori") y la llena de atributos (e.g. "le gustan los hombres y la mostaza, es depravado y pedófilo" o "es matón, corrupto, apoya el narcotráfico y la dictadura"). Entonces, a toda persona que muestre esa característica saliente será automáticamente categorizada ("maricón", "fujimorista" respectivamente) y se le asignarán todos los atributos vinculados a la característica saliente que corresponda. Es así cómo ocurre el síndrome de "poner a todos en un mismo saco". En efecto, en muchos
casos, tendemos a polarizar a la gente: Si usa tatuajes, debe ser malandrín; si no usa terno como uno, entonces es descuidado e informal. Esta polarización luego da paso al comportamiento adverso hacia las personas: nos alejamos de ellas, las miramos "de pies a cabeza", murmuramos a sus espaldas, las insultamos, etc. Lo mismo ocurre si vemos a alguien con una característica positiva: apoya a capa y espada la explotación indiscriminada de recursos y la industria automotriz; entonces es un buen hombre, tiene mucho dinero, es exitoso, es un "buen partido", etc.
Esta forma de pensar, por economía cognitiva, es muy natural. Usamos atajos cognitivos para todo (escoger una prenda de tal marca, comprar en determinado sitio o frecuentar a determinado grupo de personas y evitar otro). Sin embargo, en tiempos actuales, esta puede convertirse, más que en una ayuda, en una dificultad para comprender el mundo. Ha ocurrido muchas veces que la gente dice "me equivoqué con esta persona", "la intuición me falló", "ella no es como pensaba", "me arrepiento de haberlo contratado", "debí haberle ayudado". Y, en efecto, por nuestra ligereza de juicio, nos equivocamos al categorizar e identificar a las personas. Pero este no es motivo para sentirse mal, no nos sintamos "malas personas". Se reitera que el uso de heurísticos es un instinto que nos ha permitido sobrevivir miles de miles de años como especie; de no haber usado heurísticos, es muy probable que ya no estuvieramos vivos actualmente.
A continuación: La discriminación ideológica (parte 2 - final).
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