miércoles, 27 de diciembre de 2017

NO SOY FUJIMORISTA, PERO...

ARTICULO DE DISCUSIÓN

No soy fujimorista pero tampoco rojo ni lobbista
No soy fujimorista, pero me toca defender al partido menos riesgoso que nos queda en Perú.
No soy fujimorista, pero intento tomar las posturas más racional-funcionales y menos viscerales.


Qué tal arte el del fotógrafo de esta foto. Enfocó al mismo demonio encarnado.
Estas son algunas razones por las que el autor, sin ser Fujimorista, defiende este espectro llamado "Fujimorismo" actualmente. ¿Algo más puntual? Al partido Fuerza Popular por este momento, hasta que emerja uno nuevo, producto de este (si es que ocurre).  

1. La mayoría de gente que votó por Fuerza Popular lo hizo con convicción y argumentos fehacientes. 

El Fujimorismo dejó una huella grande y palpable en el país (estabilizó la economía tras la crisis del Aprismo, asesinó a más de 20 inocentes sospechosos de terrorismo, permitió numerosas transacciones corruptas montesinistas, incrementó el Índice de Desarrollo Humano y acabó con el terrorismo y sus respectivos estragos) tras 10 años; huella de la cual la mayoría de gente es consciente y hace sus votaciones y opiniones frente a esta hasta el día de hoy. 

El Índice de Desarrollo Humano (IDH), entre el 1990 y 2000 (período Fujimorista), creció en un 10.9% y, entre el 2000 y 2011 (Período de un primer año adicional con Paniagua y luego mitad Toledo-mitad García), creció en un 6.6%. El IDH, más que el PIB, es importante ya que considera aspectos de salud, educación y nivel de ingresos por persona (PNB per cápita).
Fuente: http://centrumaldia.com/?K=25&id=400

En cuanto al PIB, se puede apreciar el más notorio abismo estadístico (la curva) entre el período de García y el de Fujimori. Hablando ligeramente, con la apertura a compañías extranjeras y una economía liberal-controlada, el gobierno pudo reducir la inflación significativamente.
Se recomienda revisar la fuente y re-corroborar que sean datos 100% legítimos del INEI y BCR (ya que este mismo gráfico aparece alterado en algunas otras fuentes):  
http://desarrolloperuano.blogspot.pe/2013/05/peru-evolucion-del-pbi-real-1950-2012.html

La primera vuelta en un proceso electoral puede verse como indicador genuino de grado de aceptación de un candidato, ya que votas libremente por quien tu quieras. Hablando en cifras simples y redondeadas (basadas en un total de 100 unidades), Keiko obtuvo 50 votos (la mitad del país), contra 25 votos para Pedro Pablo y otros 25 votos para Verónica (se está obviando los votos mínimos de los otros partidos). Se puede decir que, por reglas del protocolo, Keiko no ganó por puesta de mano. Si las leyes hubieran sido otras (e.g. que gane quien llega al primer puesto), el destino del país habría sido distinto. En la segunda vuelta, Pedro Pablo ganó por "un pelo" (50.1% suyos contra 49.9% de Keiko) gracias a sus propios 25 votos, más los 25 votos antifujimoristas e izquierdistas de Verónica. A estos 50 sumémosle el único voto de algún ciudadano confundido con tanta bulla (obviamente por el sector activista y bulloso de la población, el de izquierda principalmente); ahí estarían los 51 de PPK contra los 49 de FP. Desde ese momento, prácticamente el Perú se dividió en dos. 
  
2. El congreso no fue impuesto por dictadura (como se solía hacer en la época del padre del Fujimorismo). Se formó mediante un proceso completamente democrático (ahora que está de moda alabar la democracia hasta en el país más salvaje).

Debido a la libre elección del pueblo peruano, el día de hoy, los congresistas de Fuerza Popular son 73 de un total de 130. Es decir conforman el 56% de todo el Congreso; mientras que los congresistas de Peruanos por el Kambio tienen 18 (2 menos que Frente Amplio). ¿A quién culpamos de este "monopoliticopolio" (como dirían algunos dramático-revoltosos)? ¿Al vecino que no pudimos convencer de que estaban vendiendo su voto al diablo? ¿Al manejo de influencias? Aparte de esto, ¿puede que Kenji haya sido el congresista más votado gracias a Yakuza?  
     
3. Fuerza Popular no es culpable de los "embarres" de Kuczynski 

Los fundamentalistas antifujimoristas creen que Keiko se infiltró en las cuentas norteamericanas de Pedro Pablo e hizo el deposito de más de un millón de dólares. Al parecer, también creen que Keiko (aparte de tener un nombre feo, porque termina con "o" y no con "a") es causante de la cultura civil coimera, de las larvas en la caballa china, el Niño Costero y del próximo terremoto en Lima. Lo que sí se rescata es que, en medio de esta guerra sucia, es esperable que entre partidos estén sacando sus "trapos más sucios" al aire mutuamente y de forma agresiva. Pero volviendo a la linea, como se mencionó en el punto 2, Keiko tampoco es la causante de tener la mitad del congreso bajo el partido al que pertenece, ¿O sí?. 

Como plus (esta premisa puede estar sesgada), cabe mencionar el poco interés de los PPKausas y PPKuyes en el desarrollo real de TODO el Perú y no de unos cuantos "progresistas moderno-egocéntricos" (se acaba de inventar una etiqueta, ¡juzguen!). Si es cierto que Kuczynski, aparte de escribir "cambio" con "k", sólo está en el gobierno para incrementar su capital personal ilícitamente (como lo hizo en el gobierno de Toledo aprovechando el ingreso de tanto dinero extranjero) sin ponerle el debido interés al país que gobierna (tomar las cosas a la ligera, ultra-liberalistamente); se estaría confirmando el prejuicio que asocia características negativas al "lobbismo", término que se re-propagó con el escándalo del gran empresario Abramoff, por cierto también judío (ese es un tema aparte, pero parece que hay una tendencia lobbista con judíos en el poder), asistente del presidente Bush. Entonces, si el presidente de la república ya está figurando como el peor personaje peruano del 2017 (En contraste abismal con el personaje de Ricardo Gareca), es porque se lo ha buscado.  

No hay necesidad de señalar al único individuo que está "vacilándose" en el desfile.

4. Muchos activistas de nuestro país son buenos para "aullar" y "desordenar", pero... ¿qué proponen? ¿realmente dan el primer paso para reordenar lo que está desordenado o sólo dan pasos para marchar? 

Todas las marchas peruanas recientes son "en contra" de algo y no "a favor" de algo. No se entrará en detalle porque bien sabemos a lo que nos referimos. Si algo "NO VA", entonces las preguntas son "¿qué SÍ VA?" y "¿por qué?". Ya se tiene el concepto del peruano de la coyuntura como el bullanguero, holgazano-huelguista, quema-llantas, chupa-cañazo, crea-chongo, rompe-tubos, para-tráficos, bloquea-carreteras, y muchos estereotipos más. Con estos medios, tienen una publicidad increíble (¿qué mejor para llamar la atención que bloquear una carretera o romper un tubo de petróleo?) y una manera realmente bárbara de moverse por medios (Qué tal capacidad para propagar información, para comunicarse, es realmente admirable). Si tan sólo canalizaran sus energías para reorganizar el país y no contribuir a su desorganización. La mayoría de quienes participaron en estas últimas marchas o movimientos políticos, en metáfora y números simples, son como 10 Beagles sueltos que ladran contra 100 Scottish Deerhounds que se quedan callados en sus jaulas (casas). Si nos guiamos por el ruido, la bulla de estos 10 Beagles nos va a parecer la de de 200 contra el silencio de 100 Deerhounds. Se adivina que la cantidad de gente que sale a marchar, por ejemplo en Lima, no llegan ni al 20% de la población limeña total; lo mismo ocurriría en otras ciudades del país. Asimismo, se adivina que del total de marchantes, el 80% son antifujimoristas (incluidos Mendozistas), ppkausas una minoría y el resto, personas que actúan por inercia (por ejemplo, el autor admite haber sido un marchista por inercia, víctima del efecto de masas). Esto permite concluir que los antifujimoristas son los "más gritones y alborotados" (emocionales, digamos) y sólo -tan sólo- dan la impresión de ser muchísimos; cuando en realidad los números fiables son los que mandan y desmienten esta supuesta apariencia de que "todos odian a todos los Fujimoris".

Entonces, si uno es un asesino y el otro es un ladrón, ¿por quién voto?    

Cabe rescatar los delitos del ex Presidente, Alberto Fujimori, por violación de Derechos Humanos y Corrupción. En efecto, los Vladivideos son la prueba más fresca de corrupción y los casos de La Cantuta y Barrios Altos son ineludibles. Sin embargo, pensando con el cerebro (valga la redundancia), se anima a usar la lógica de la balanza para tomar decisiones rápidas y procurar el menor daño y el mayor beneficio (en la realidad, es imposible tener el 0 de daño y el 100 de beneficio, sólo en cuentos idealistas). Poniendo los puntos negativos y los puntos positivos en una balanza (ponga usted mism@ sus pelotitas en la balanza), el fujimorismo (según el parecer del autor) obtiene más puntos positivos, ya que solucionó eficientemente problemas elementales, de naturaleza socio-económica y de protección de la población. Si de decisiones se trata, pese a los crímenes por los que Fujimori ha estado en la cárcel, mucha gente no dudaría en votar por algún Fujimori nuevamente (evidencia: el único partido que tiene a su favor la mitad del país). Respecto a "protección de la población", el autor tiene la certeza de que el Grupo Colina mató a inocentes (¿acaso los terroristas no?), pero de no haber intervenido, la cantidad de víctimas a causa de la guerra interna iniciada por el MRTA y Sendero Luminoso habría sido 50 veces mayor, por no poner una cifra más alta. ¿Usted, señor marchante y vociferador, cómo habría solucionado el problema si lo hubieran puesto de presidente en medio de una crisis como la de los 80s? Si hubiera respetado los derechos humanos, probablemente los terroristas ya lo habrían fulminado con una bomba en el palacio de gobierno. 



Así, nos hemos ido quedando sin candidatos y se ha hablado por más de 10 años del "mal menor" (¡Qué autoestima la nuestra!). Pero entonces, dentro de nuestra cartera de candidatos, ¿qué presidente no ha sido corrupto? si todos están en la cárcel por corrupción (falta Alan y Toledo), ¿cómo medimos quién es el menos indeseable? En tiempo de elecciones no hay tiempo para pensar, y si tenemos que usar heurísticos, uno se va por lo seguro. Para terminar, ante la coyuntura que estamos viviendo, como dijo una vez el autor: más vale china conocida que gringa con sida. La primera prueba de ETS ya salió positiva, esperemos no sigan saliendo sorpresas.  
  
Ante todo este discurso medio nazi, como dirían algunas amistades, el autor es defensor de los derechos humanos y siempre tendrá como primera opción el diálogo antes que el golpe, pero esta posición es relativa. Si un grupo de salvajes entra a su casa con bombas y armas, uno no se hará el pacifista y quedará de brazos cruzados, obviamente se defenderá. ¿O usted no haría lo mismo? Reflexione un poco. En un caso civil, se llama a la policía, pero ¿en un caso de la magnitud de un país bajo amenaza de terrorismo? (si nació en los 80, usted sabe a qué se refiere el autor)... 

jueves, 7 de diciembre de 2017

La discriminación ideológica (parte 1)

"Si no protestas por Eva Bracamonte, eres un maldito machista"
"Si votas por Fujimori, no apoyas a los derechos ni a la dignidad humanos" 
"Si no votas por Fujimori, eres un rojete tirando para comunista"
"Si no eres de derecha, eres de izquierda"
"Si mencionas a Alah, aléjate de mi, asesino"
"Si no piensas como nosotros, estas contra nosotros"
"Si hablas bien de Jesús, eres un lorna chupacirios"
"Si has sido militar, seguro solucionas todo con un arma"
"Si defiendes al indígena, eres un terruco"

Todas estas frases son producto de estilos de pensar cuadriculados y extremistas.
Representación de los heurísticos (o atajos cognitivos) ideológicos rígidos, como mecanismo de defensa ante la incertidumbre
En el presente artículo, se toma como tema principal dimensiones ideológicas socio-políticas que determinan una parte de la estructura ideológica general en un individuo, así como su comportamiento. Para ser más precisos, analizaremos las dimensiones socio-políticas de conservadurismo-liberalismo y comunismo-capitalismo (más explícitamente en la segunda parte de este artículo), y las conductas que éstas generan. Ya se debe saber que el comportamiento basado en ideologías, especialmente las más rígidas, son los que más conflictos y malestares ocasionan en la sociedad. Ya se ha oído el dicho de que en la mesa, no puede hablarse ni de política ni religión porque se puede generar una ruptura de amistades o también de narices.  

¿Cuál es el mecanismo que subyace a la discriminación ideológica?

Un paréntesis previo: entiéndase que en este caso discriminar no sólo se define como "distinguir de" sino también "actuar contra alguien por su forma de pensar". 

Empecemos por la clasificación por características físicas. Esto es algo muy típico en nosotros los mamíferos. Algunas especies de animales logran discriminar estímulos por el color, el tamaño, el olor, las esporas, etc. En un enfrentamiento o un partido de fútbol, los participantes, por medio del color de la ropa, pueden distinguir quién es el "enemigo" y quién el "aliado". En las clasificatorias, por ejemplo, los peruanos vestimos de rojo y los neozelandeses de blanco. En la guerra de la independencia estadounidense, los azules eran los nativos y los rojos eran los ingleses. Nos es necesario "marcar" a la gente para poder tener un mejor entendimiento de nuestro mundo y afrontar la incertidumbre que acecha nuestras vidas. Este artículo irá un poco más allá de la clasificación por características físicas. 
Desde pequeños nos enseñan a categorizar. En el caso del futbol, es por colores. Ya cuando somos grandes, al jugar una "pichanga" entre conocidos no necesitamos de colores de camiseta, pañuelos o banderas para jugar, pues hemos perfeccionado nuestra habilidad del reconocimiento facial. Pero este es un tema aparte.  
Por otro lado, los mamíferos racionales - es decir nosotros, humanos - a lo largo de cientos de miles de años, hemos desarrollado la capacidad de categorizar por materiales simbólicos y estímulos abstractos (e.g. incorporar a nuestra mente creencias y actitudes). Así, el ser humano, en un momento de su evolución adoptó en en su genoma el chip de la categorización social, el cual se manifiesta instintivamente en nuestro comportamiento, por ejemplo el de discriminar negativamente a alguien por alguna característica psicológica. En el artículo anterior, "Censo sin tabus: Racismo peruano", se habló de la categorización por características físicas (fenotipo), o como vulgarmente se diría, "categorización por raza". El ser humano, así como tiene este chip inherente de categorizar por características físicas percibidas (color de cabello, tipo de vestido, estatura, contextura, etc.), también categoriza con base en características abstractas, que pueden llamarse características psicológicas percibidas. Así, puede decirse que el ser humanos ha desarrollado una gran capacidad para categorizar psico-socialmente

¿Cuales son los problemas con nuestra capacidad de categorización psico-social?

Esta capacidad de categorización psico-social y por ideologías socio-políticas, ha generado un síntoma semi-patológico en nosotros desde hace miles de años: la paranoia social. Ya no tenemos delirios de persecución contra otras especies sino contra otros humanos, quienes pueden esconder en sus cabezas información desfavorable hacia nosotros y nunca enterarnos de ella. Así, en un lugar donde ha habido guerra, terrorismo, crímenes, y mil delitos generados por ideologías socio-políticas; donde no sabes quién es quién, debes encontrar una forma de "encapsular" a la gente, ponerle una marca mental para ya saber cómo comportarnos con ella de determinada manera, ya sea positiva o negativa. 
Curiosa ilustración de la paranoia social. Al toparnos con un sosprechoso (e.g. un fujimorista), le sonreímos pero en el fondo estamos maldiciéndolo y lo difamamos para que nadie le preste atención o consideración.  
Asimismo, la categorización puramente cognitiva lleva a una categorización más emocional, y ésta finalmente lleva a la mala conducta de discriminación social. Si bien la discriminación negativa por características abstractas es menos grave que por características físicas (racismo, sexismo, xenofobia, etc.), ésta implica un gran problema en nuestra sociedad. La discriminación negativa por ideologías socio-políticas, interactuando con la paranoia social y otros factores, ha generado y sigue generando -por ejemplo- los genocidios más maratónicos de la historia.
Ejemplo de ideología socio-política extrema. Así como ocurría que el militar no sabía qué campesino tenía el "bicho del pensamiento Gonzalo" instaurado, actualmente, el Estado Islámico actúa de forma paranoica en cuanto a quién tiene el "bicho del fundamentalismo islámico" instaurado. Es así como en muchos casos, como Siria (por poner un ejemplo), muere una cantidad impresionante de gente inocente.   
Está bien tener ideologías socio-políticas, tenemos todo el derecho. Sin embargo, a más rígidas y estrictas sean estas ideologías estaremos más propensos a encontrar conflictos en nuestro entorno social. Se puede explicar el fenómeno de gente con ideologías radicales por medio del estudio de los heurísticos o "atajos cognitivos" (revisar teoría de Economía cognitiva). El ser humano no tiene la capacidad de analizar veloz y detalladamente a cada uno de los seres humanos que se cruzan por su camino para identificarlos o detectarlos; entonces, de manera automática, escoge la característica saliente (e.g. "varón que usa arete" o "mujer que habla bien de Fujimori") y la llena de atributos (e.g. "le gustan los hombres y la mostaza, es depravado y pedófilo" o "es matón, corrupto, apoya el narcotráfico y la dictadura"). Entonces, a toda persona que muestre esa característica saliente será automáticamente categorizada ("maricón", "fujimorista" respectivamente) y se le asignarán todos los atributos vinculados a la característica saliente que corresponda. Es así cómo ocurre el síndrome de "poner a todos en un mismo saco". En efecto, en muchos casos, tendemos a polarizar a la gente: Si usa tatuajes, debe ser malandrín; si no usa terno como uno, entonces es descuidado e informal. Esta polarización luego da paso al comportamiento adverso hacia las personas: nos alejamos de ellas, las miramos "de pies a cabeza", murmuramos a sus espaldas, las insultamos, etc. Lo mismo ocurre si vemos a alguien con una característica positiva: apoya a capa y espada la explotación indiscriminada de recursos y la industria automotriz; entonces es un buen hombre, tiene mucho dinero, es exitoso, es un "buen partido", etc.    
Dos chicas apoyando el derecho LGBT asumiendo que la lidereza de Fuerza Popular 2016 simplemente odia a los homosexuales, aparte de ser misógina.


  Un "fujilover" fundamentalista (de camisa naranja) atacando a un activista del partido contrario. Noticia completa: http://barranca.pe/keiko-es-violencia-fujimoristas-agreden-a-manifestantes/
Esta forma de pensar, por economía cognitiva, es muy natural. Usamos atajos cognitivos para todo (escoger una prenda de tal marca, comprar en determinado sitio o frecuentar a determinado grupo de personas y evitar otro). Sin embargo, en tiempos actuales, esta puede convertirse, más que en una ayuda, en una dificultad para comprender el mundo. Ha ocurrido muchas veces que la gente dice "me equivoqué con esta persona", "la intuición me falló", "ella no es como pensaba", "me arrepiento de haberlo contratado", "debí haberle ayudado". Y, en efecto, por nuestra ligereza de juicio, nos equivocamos al categorizar e identificar a las personas. Pero este no es motivo para sentirse mal, no nos sintamos "malas personas". Se reitera que el uso de heurísticos es un instinto que nos ha permitido sobrevivir miles de miles de años como especie; de no haber usado heurísticos, es muy probable que ya no estuvieramos vivos actualmente. 

A continuación: La discriminación ideológica (parte 2 - final).