En este gobierno libertarista y mediocre, sí, va a crecer la economía 
En la calle, vamos a ver a más gente ya no con sedans Toyota o Nissan ¡sino con camionetas Kia, Hyundai, entre unas BMW y Mercedes! Van a vestir menos Gamarra o Topitop y más Zara y H&M (bien por ellos). Lima va a parecer más "ficha" por la cantidad de edificios que van a seguir reproduciéndose por doquier. Lo malo es que los bancos y sus aliados se van a hacer más ricos con las deudas del resto. Los sistemas de alcantarillado tendrán riesgo de colapso (seguiremos sin poder botar papel al water), el estrés urbano aumentará y empezará a emerger el síndrome del edificio enfermo. La cantidad de criminales, mendigos, canillitas, vagabundos, inmigrantes/ciudadanos de clase D, E, F, G, etc. aumentará también; la brecha rico-pobre se ampliará. Es decir seguiremos siendo un país subdesarrollado con cara de desarrollado; y como es de esperarse, seguiremos confundiendo crecimiento con desarrollo. Para hacer la prueba, lleven la cuenta de cuántas personas en un día suben al micro a buscarse un trabajo (Dios las bendiga) y cuántos mendigos (incluidos niños) te abordan desesperadamente. Lo más penoso es que el promedio de la cifra que obtengas va a aumentar en los siguientes tres años. Este «crecimiento económico» no es novedad desde hace unos años. La corrupción siempre estuvo y estará así sea Santa Rosa quien gobierne. El «cambio positivo» del gobierno peruano comenzó hacia los años de Toledo, continuó con Humala (por quien voté con gran esperanza, y de quien sólo se rescata el incremento del salario mínimo y las becas) y se va a potenciar con PPK. Por otro lado, Fuerza Popular, por quien voté, me va defraudando cada vez más. La guerra sucia entre este partido (de corte mafioso) y el resto de partidos no va a dejar que el gobierno, sea cual sea, se reorganice funcionalmente. Van a ser tres duros años de guerra política mientras que la gente se jalará de los pelos en las calles. Como dije en un post anterior, vienen momentos muy caóticos con este gobierno. Peor aun, cuando el gato (presidente) no esté, los ratones (pueblo) harán la fiesta, y qué fiesta! Dios nos ampare.
En la calle, vamos a ver a más gente ya no con sedans Toyota o Nissan ¡sino con camionetas Kia, Hyundai, entre unas BMW y Mercedes! Van a vestir menos Gamarra o Topitop y más Zara y H&M (bien por ellos). Lima va a parecer más "ficha" por la cantidad de edificios que van a seguir reproduciéndose por doquier. Lo malo es que los bancos y sus aliados se van a hacer más ricos con las deudas del resto. Los sistemas de alcantarillado tendrán riesgo de colapso (seguiremos sin poder botar papel al water), el estrés urbano aumentará y empezará a emerger el síndrome del edificio enfermo. La cantidad de criminales, mendigos, canillitas, vagabundos, inmigrantes/ciudadanos de clase D, E, F, G, etc. aumentará también; la brecha rico-pobre se ampliará. Es decir seguiremos siendo un país subdesarrollado con cara de desarrollado; y como es de esperarse, seguiremos confundiendo crecimiento con desarrollo. Para hacer la prueba, lleven la cuenta de cuántas personas en un día suben al micro a buscarse un trabajo (Dios las bendiga) y cuántos mendigos (incluidos niños) te abordan desesperadamente. Lo más penoso es que el promedio de la cifra que obtengas va a aumentar en los siguientes tres años. Este «crecimiento económico» no es novedad desde hace unos años. La corrupción siempre estuvo y estará así sea Santa Rosa quien gobierne. El «cambio positivo» del gobierno peruano comenzó hacia los años de Toledo, continuó con Humala (por quien voté con gran esperanza, y de quien sólo se rescata el incremento del salario mínimo y las becas) y se va a potenciar con PPK. Por otro lado, Fuerza Popular, por quien voté, me va defraudando cada vez más. La guerra sucia entre este partido (de corte mafioso) y el resto de partidos no va a dejar que el gobierno, sea cual sea, se reorganice funcionalmente. Van a ser tres duros años de guerra política mientras que la gente se jalará de los pelos en las calles. Como dije en un post anterior, vienen momentos muy caóticos con este gobierno. Peor aun, cuando el gato (presidente) no esté, los ratones (pueblo) harán la fiesta, y qué fiesta! Dios nos ampare.
Italo Arrué
He aquí un aumento una predicción que el autor hizo hace tres meses. El autor, mediante este blog, quiere aumentar detalles a su predicción para el Perú del 2021:
La riqueza crecerá. Los pobres serán los de siempre, igual de pobres; los ratones harán su fiesta y se roerán entre ellos; y el país será más gobernado por ellos que por el propio minino, que divagará moribundo alrededor del palacio. Para quien no comprenda, los ratones son civiles, sobre todo ellos con ambiciosas empresas entre manos. En cuanto a los sillones y papeles, gracias a sus tejemanejes, los procesos del sillón principal se atrasarán y el viejo felino marquez delirará ante los ojos de los roedores hasta el fin de su mandato según el testamento. Mientras tanto, en el poder, un Fujimori no tocará cetro hasta el 2021. El país no detendrá su crecimiento en oro; todo lo contrario. Sin embargo, la anarquía se hará presente en las calles y en los palacios. El año de la adultez de este siglo marcará la detención de todos estos barbarismos.
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