miércoles, 19 de abril de 2017

Si te sientes infeliz, haz algo que no te gusta

ARTÍCULO DE DISCUSIÓN

Recuerdo un personaje del celebre Chespirito, tal vez Chaparron Bonaparte, que decia que le gustaba autocachetearse porque luego de que el golpe terminaba, inmediatamente sentia un inmenso alivio. Fuera de estar loco, ahora lo recuerdo y encuentro gran sentido a su argumento. Y se me viene a la mente esta frase de "no pain no gain" (sin dolor, no hay ganancia) o "¿celeste? que te cueste". Y es que personalmentte creo que la felicidad consiste en sufrir y gozar o, siendo mas especificos, en sufrir para gozar. Pero este "sufrir" no equivale a martirizarse sino a esforzarse y dar lo mejor de uno, lo cual muchas veces no es muy agradable. 


¿Has tenido esos dias en los que te sientes vaci@, bajonead@, irritable, descompuest@, y asi? Muchas personas acuden a diversos distractores o estimulantes para escapar de dicho estado no deseado: Juegos adictivos, drogas, comida excesiva, alcohol, experiencias excitantes, etc. Gracias a nuesta cultura hedonista, tendemos a interrumpir toda sensacion disconfortante mediante la busqueda de una confortante, la cual implica estimulos que ejercen un efecto placentero inmediato. 


Desde una perspectiva hedónica, la felicidad consiste en sentirse "de lo mejor" todo el tiempo. Existen personas que se sienten muy alegres o eufóricas todo el tiempo, pero es bastante probable que estén pasando o tiendan a pasar por lo que el DSM (Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders) denomina episodios maniacos (para ser mas simples, algo asi como el estado mental del Guason o Joker). Las personas que realmente lleguen a sentirse eufóricas o alegres todo el tiempo son, hasta el momento, un mito (siendo directo: no existen). Como seres humanos, nuestro organismo tiende a buscar balances neurobiologicos. Existen casos de gente que "no para", está demasiado "feliz" todo el tiempo; sin embargo, la evidencia clínica demuestra que estas personas tienden a deprimirse agudamente (decaida de picada o efecto rebote agudo) después de una prolongada "racha de felicidad".   


La felicidad (si apostamos por definirla), segun el interesante punto de vista eudaimonico, es mas bien un proceso de vida en el que se busca lo que es realmente bueno para uno antes que lo que a uno le hace sentir bien (véase Ryan & Deci, 2000, y Waterman, 1993). No todo lo que se siente bien es realmente bueno, asi como no todo lo que es bueno nos hace sentir bien. El uso excesivo de drogas no es necesariamente bueno para nuestro organismo ni para nuestra salud mental; sin embargo nos puede llevar a un estado incomparable de euforia, un estado de climax del que nunca quisieramos salir. Asimismo, levantarse temprano a seguir una rutina repetitiva de estudio y ejercicio no nos hace sentir bien necesariamente (al menos no tan bien como las drogas), pero nos puede hacer bien posteriormente. Así también pasa con el trabajo, puede que muchas veces deseemos cerrar los ojos para cuando los abramos aparezcamos frente a un apacible mar azul con un mojito en la mano al lado del (la) chic@ de nuestros sueños. Ocurre también que enfocar todas nuestras fuerzas en buscar lo mejor de lo mejor para nosotros mismos nos puede volver infelices; ponernos tantas metas de excelencia nos puede llegar a fatigar y frustrar. Pero la idea no consiste en ir a un extremo (diversión) o a otro (obligación), sino en encontrar un equilibrio.  





Entonces ¿que hacer?



Se puede hacer una infinidad de cosas, pero iremos paso por paso. Cada vez que te encuentres "en el aire", plantéate una meta que no necesariamente sea placentera pero que sepas que te hará bien (será buena para tu salud) o hará bien a otros (contentará a otros). Haz algo que no te guste, que te cueste trabajo hacer: se puede empezar por desayunar un vaso de jugo verde o una buena corrida (aclarando: un trote por el parque y no una "corrida de paja", que eso que a todos nos encanta, pero es la antítesis de lo que se sugiere en este artículo). Uno puede realizar la actividad, pero un factor importante es el grado de dedicacion y entrega que uno aplica en dicha actividad; es decir, cuan involucrado se este fisica y mentalmente en ella (ver Csikszentmilhayi, 1990). Si se realiza la actividad "a la loca" o pensando en otras cosas que no sean la actividad, es probable que el disfrute disminuya. Una clave es aprender a disfrutar de la simpleza de, en este caso, preparar un batido de verduras y frutas.


Al ingerir el jugo verde, no se generará tanta serotonina como comiendo carbohidratos (e.g. hamburguesas) (Wurtman & Wurman, 1995); sin embargo, el efecto en el estado de ánimo será, si bien a largo plazo, más duradero. No se verá resultados inmediatos pero, si se es perseverante, el estado de ánimo irá modificándose, sobre todo si nuestras actividades se vuelven cotidianas o interdiarias. No seremos las personas más alegres del planeta pero estaremos más cerca de ser felices. Ahora, esto no se queda en un jugo verde. Se puede empezar a tomar nuevos hábitos que no nos gusten pero que nos hagan bien y autoforzarnos a ejecutarlos. La satisfacción está garantizada.